Hace poco hemos descubierto en Ideal una de esas notícias que nos ha llamado mucho la atención y es que el récord establecido para la botella más cara de ron jamás creada acaba de ser renovado. La casa Clément y la joyería Maison Tournaire ponen a disposición de cualquiera que tenga el suficiente dinero la botella de ron más cara y exclusiva del mundo: el ron Agricole Vintage de 1966, valorado en…¡100.000€!
La botella en sí misma, como podéis ver en las imágenes, es una obra de orfebrería, elaborada con cristal de Baccarat y con un tapón que es la guinda del pastel: una representación extremadamente detallada de la finca de Habitation Clément fabricado con 200 gramos de oro amarillo y rojo biselado de 18 quilates y 4 quilates de diamantes engarzados en la punta y los bordes. Maison Tournaire ha sido la encargada de tal diseño, una pequeña empresa reconocida mundialmente por sus joyas inspiradas en obras arquitectónicas. Además de todo esto la botella viene en un estuche a medida realizado en cuero envejecido, el conjunto total es una de las creaciones más exquisitas del mundo.
Y ahora, después de ver que no han reparado en gastos en cuanto a “packaging” se refiere, cabe preguntarse qué tal está el ron, el alma de este producto: Clément ha escogido para esta ocasión un añejo de 1966, embotellado en 1991 y que no ha sido comercializado hasta la fecha, según su nota de degustación la casa Clément afirma que “la nariz expresiva y potente de este ron añejo seduce al instante con sus notas a la vez cálidas y golosas. Los aromas de chocolate, pan de especias y moca, se entremezclan con notas finamente especiadas y azucaradas de vainilla y frutas confitadas (higo, dátil, naranja). Después de airear, aparecen sutiles notas de caja de puros. Potentes y voluptuosos al inicio, los aromas percibidos en nariz se confirman golosamente en boca. El sabor de este añejo de 1966, redondo y con cuerpo, destaca por sus sutiles notas de regaliz. Finalmente, la intensidad y la potencia de los aromas se prolongan en boca con un exquisito dulzor que perdura durante varios segundos”.
La idea de esta botella nació “de un encuentro de apasionados”, el director general de Tournaire, Frédéric de Saint-Romain, y el director comercial de Clément, Dominique de la Guigneraye, explicaron ambos. Una conversación sobre el ron desembocó en esta idea: hacer una réplica de la casa Clément en forma de tapón, como se hace para los anillos Architecture que produce el célebre joyero. Grégoire Gueden, director general de Clément, confesó que se había preguntado “si habría gente tan loca” como para comprarla. Al final, la botella encontró dueño en menos de dos meses, así como sus hermanas pequeñas: ocho botellas de cristal de Baccarat con un tapón idéntico, pero de bronce, vendidas por 19.000 euros cada una. Los compradores llegaron desde Grecia, Bélgica e incluso Martinica.
Ambos promotores de la idea entregaron, cada uno, 7.500 euros a la Asociación para la Información y la Prevención de la Drepanocitosis (APIPD), una enfermedad hereditaria que se caracteriza por la presencia de una hemoglobina anormal en los glóbulos rojos y que es la enfermedad genética más extendida del mundo.